24.12.19

El río baja sucio - David Trueba

Autor/a:David Trueba.
Título: El río baja sucio.
Título original:
Traducción:
Género: narrativa/juvenil-adulto/no ficción/ medio ambiente/corrupción/familiar/amistad/romance/comedia/drama.
Tapa: blanda con solapas.
Editorial: Ediciones Siruela.
Año de publicación: 2019.
Páginas: 193. 
Autoconclusivo: Si.
Precio:14,15€ (en papel) 8,54€ (ebook)
Enlace de compra: (Amazon)


«Las decisiones más importantes de la vida las tomas cuando no tienes ni idea aún en lo que consiste, y para cuando tienes la experiencia, está todo decidido.»



 Tomás, o Tom -como lo llama su amigo Martín- de 19 años, nos cuenta las vacaciones de Semana Santa que le marcaron para siempre. Trascurrieron cinco años atrás, cuando él tenía catorce. Su madre se acaba de separar. El padre no puede decirse que sea un maltratador, puesto que nunca le ha   pegado, pero sí, algo violento y alcohólico. Con el divorcio pasan por apuros económicos, y la madre decide vender la casa que heredó de sus padres, donde hasta ahora han pasado los fines de semana y vacaciones. Se encuentra en la Navilla, a una hora de Madrid. Ya no es el lugar idílico donde su madre se divertía cuando era pequeña. El río está contaminado por el agua de los polígonos industriales y la montaña está siendo devorada por la cantera cercana a la urbanización.
Tomás no se muestra muy conforme con la venta de la casa, no quiere perder la amistad con Martín, sólo se ven cuando va allí. De esta forma conocemos el entorno del amigo: Yolanda la madre, profesora de arte, Gaspar, la pareja de la madre, profesor y articulista, y Lucía la hermana de Martín de 19 años.
Mientras su madre vacía la casa para ponerla a la venta, Tomás y Martín pasarán sus últimas vacaciones en la urbanización, grabando vídeos para luego colgarlos en internet, y haciendo excursiones en bicicleta. Todo ello cambia, cuando conocen a Ros. Un ex presidario que vive en la casa de los Rosales al que les han prohibido acercarse. Como toda prohibición se la saltarán para intentar conocer su historia sembrando en los jóvenes la semilla reivindicativa para concienciarse con el medio ambiente y ecologista.


Durante la lectura de la novela he tenido muy presente Verano azul, por los paisajes, las bicicletas, y porque me daba la sensación que de un momento a otro se iban a poner a cantar: de la Chopera no nos moverán... Ese es el espíritu que trasmite El río baja sucio desde la primera página, con un aire más actual. La historia enamora, empezando por la portada, con esos tonos ocres y marrones. Una historia muy sencilla, siendo el punto fuerte de la misma los personajes. Los que leemos a David habitualmente, sabemos que su punto fuerte son los personajes, siendo muy dispares entre sí, y con los que es fácil identificarse.

Todos, más o menos caen bien, y aportan algo de su sabiduría, pero yo, destaco a dos: Gaspar Belitre, -los que hayáis leído Abierto toda la noche os sonará este apellido y nombre- es el típico profesor que tiene respuestas para todo, y algunas de ellas muy divertidas, es quien aporta el humor a la trama. Me he reído mucho con sus ocurrencias. El otro personaje es Lucía, la hermana de Martín. Básicamente me recuerda a mí, con esa vagancia por todo, que más que 19 años, parece que tenga 80. También tiene su sentido del humor. Del resto, prefiero no hablar, porque es una historia corta, y es mejor que los vayáis conociendo.

«La mano es el alma de la pintura.»


Detrás de todo esto, hay mucha crítica social. Otras de las habilidades de David, es hacerte sentir culpable todo el tiempo. Como lo hace con gracia en lugar de enfadarte te echas a reír, y le tienes que dar la razón, porque en el fondo tiene razón. Aprovechando que el protagonista ha fichado por el Madrid juvenil para la próxima temporada, se habla de fútbol, porque si David no habla de fútbol, revienta. Aunque a su favor diré que en esta novela se habla poco.


«La gente se toma demasiado en serio el fútbol, te diría que ese es un gran problema nacional.»

El libro se divide en 9 capítulos de extensión corta, con títulos diferentes que van de sábado de Pasión a domingo de Resurrección. Muy fácil de leer ya que la forma de narrarlo es sencilla, y la letra grande. Contiene diálogos, pero como viene siendo habitual en el autor desde hace unos años, no están señalizados, se encuentran integrados en la narración. Lo que dificulta un poco la lectura, -por lo menos en mí caso- porque cuesta diferenciar lo que es diálogo de lo que no.


«Antes la gente se creía todo lo que salía por la tele, ahora se cree todo lo que sale por internet. La imbecilidad ni se crea ni se destruye, sólo se trasforma.»

En definitiva, Una bonita historia, sobre la amistad, las relaciones familiares y los primeros enamoramientos. Con tintes dramáticos hacia el final, porque si David no mete drama no se queda tranquilo, es otra de sus costumbres.

8/10



¡Nos leemos! 😉

Lecturas de invierno.
                                

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