22.1.19

Las siete muertes -Carlos Vila Sexto




Autor/a: Carlos Vila sexto.
Título: Las siete muertes.
Título original: As sete mortes.
Traducción: 
Saga:
Género: narrativa/ juvenil-adulto/ciencia ficción/policíaca/suspense, misterio/religión. 
Tapa: blanda.
Editorial: Ageebooks.
Año de publicación: 2009.
Páginas: 378.
Autoconclusivo: Si.
Precio: 8,94€ (en papel) 2,99€ (Ebook)
Enlace de compra: (Amazon)
Encuentran muerto en su despacho, a Miguel Márquez, director del Parador Nacional de Tui. Nadie sabe a ciencia cierta como se ha producido el asesinato. La puerta estaba cerrada con llave, y la habitación no tiene ventanas. Los restos de sangre en lugar del rojo habitual, son de color gris oscuro metalizado. El único rastro que ha dejado el asesino, es un puñado de cristales rotos.
De ahí, pasamos a conocer a Jacobo, un anciano que posee el poder de la inmortalidad. Tiene 122 años, pero, físicamente aparenta 33. Adicto a las pastillas. Hace trabajos sucios para Frédéric Bernier, traficante de drogas, al que todos apodan Cuervo. Tras una noche movidita de trabajo, Jacobo regresa a casa. Al poco pican a la puerta, y al abrir, se desploma delante de él, Mateo, un anciano de unos 70 años. Jacobo sospecha que al igual que él, es inmortal. El anciano en un costado, tiene una herida de la que emana sangre gris oscuro, y un tatuaje de un triskel. Mateo le entrega a Jacobo un pergamino, y le pide que rompa todos los espejos que tenga en la casa. Jacobo se dispone a llamar a emergencias. Mientras, en el espejo que se encuentra justo detrás, se empieza a materializar una forma. De él, emerge una mano que agarra a Jacobo del cuello, para matarle. El hombre consigue zafarse de la criatura, y siguiendo el consejo de Mateo, rompe los dos únicos espejos que tiene en la casa. A esa cosa, que lo ha atacado, se le pondrá el nombre de el Cazador. Mateo muere. A lo lejos se escuchan las sirenas de la policía. Jacobo, viendo que él es el único sospechoso del asesinato, coge el pergamino y huye saltando al vacío.
Se hospeda en casa de Alex, amigo de Jacobo que también trabaja para Cuervo. Jacobo se pone a estudiar el pergamino, del que no saca nada en claro, porque está escrito en clave. Alex le explica que durante su estancia en el manicomio, por problemas con las drogas, conoció a Natalia Navas, una restauradora, que quizá pueda ayudarlo. Jacobo hace una visita de extranjis al manicomio a Natalia. Al enseñarle el pergamino, la mujer le explica que contiene información sobre la leyenda de Breogán.
A partir de aquí, Jacobo inicia un viaje con Natalia, que les conduce por diferentes zonas de Galicia, donde deben resolver diversas claves, dando continuamente esquinazo a la policía y al Cazador.
La inspectora Laura Mejía, es la encargada del caso, siempre y cuando, su jefe y ex marido Tomás Varona la deje, claro. Parece ser, que todas las respuestas a lo que está sucediendo, las contiene un libro que lleva siglos perdido: Las siete muertes.


Al empezar la novela, te preguntas si estamos ante un asesino que mata a inmortales, que por alguna extraña razón han dejado de serlo. En cierta forma es así, digo en cierta forma, porque por muchas vueltas que le des, ni te imaginas todo lo que se esconde detrás. 

No te da ni un minuto respiro, ¿para qué vamos a perder el tiempo en respirar? Ya si eso, luego utilizamos las mascarillas de oxígeno. Continuamente tiene giros inesperados, y muchas sorpresas. Sobre la leyenda de Breogán y historia Celta, te da la información justa, para poder entender la trama, cosa que agradezco.

Seguro que al leer Inspectora Laura Mejía te habrá dado un vuelco el corazón, y habrás pensado y por qué no se llamará Lebrel? Mejor no. Lo cierto, es que no tiene nada que ver con ella. Para empezar, no es tan agradable y oculta sus traumas. Los personajes que más tocan las narices, son el Cazador y Varona, se lo reparten a un 50% entre los dos. Jacobo, aunque es un poco violento, debido en el ambiente en que se mueve, Se le acaba queriendo y Natalia más de lo mismo.

 A la pregunta de si hay siete muertes. Las hay. Algunas duelen en lo más profundo, otras dan lástima, y otras están más que justificadas, porque el personaje lo pide a gritos prácticamente desde el inicio del libro. 

Constantemente se compara Las siete muertes, con El Código Da Vinci, se dice que es el código gallego. Así que antes de empezar la lectura, me leí el libro de Dan Brown, y en mi opinión, no es que sea como El Código Da Vinci, más bien tiene elementos en común. Supongo que la idea partió  de ahí, Y que Carlos tuvo que sudar lo suyo, para a la vez, alejarse de él. Pues, te felicito Carlos, porque lo has conseguido. Y te doy las gracias, porque gracias a ti, ya estoy enganchada a Dan Brown y Agatha Christie. Así que te debo una, o dos...

La estructura narrativa sigue la misma directrices que (Las Crónicas del viajante) muy visual, cinematográfica, fluida y capítulos cortos, vamos que se lee en un suspiro.

En definitiva,  Las siete muertes es muy sorprendente y adictiva.

10/10




Nos leemos! 😉

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