Autor/a: Guillermo Martínez.
Título: Los crímenes de Alicia.
Título original:
Traducción:
Saga: profesor Seldom #2
Género: narrativa/adulto/ficción-realidad/misterio/policíaca/romance/drama.
Tapa: blanda.
Editorial: Destino.
Año de publicación: 2019.
Páginas: 335. (Sin contar agradecimientos y aclaraciones del autor)
Autoconclusivo: si.
Precio: 8,50€ (en papel) 7,59 (ebook)
«La frase abre un mundo: algo que siempre estuvo ahí, pero nadie supo mirar.»
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| Imagen de editorial Destino. |
Oxford, año 1994. Un joven estudiante argentino pasa su segundo año allí. Disfrutando de una beca que le permite estudiar lógica matemática. El año anterior conoció al célebre profesor y miembro de la hermandad de Lewis Carroll, Arthur Seldom. Juntos se habían visto involucrados en una serie de crímenes. Parece que nuevamente van a tener que trabajar juntos, pues un asesino anda suelto.
En esta ocasión todo gira en torno a la figura del autor de Alicia en el país de las Maravillas. La hermandad de Lewis Carroll está decidida a publicar sus diarios personales, una becaria llamada Kristen Hill ha encontrado una página que la familia de Carroll arrancó para que cierta información no fuese revelada. Antes de que pueda hacer nada es atropellada, y no parece algo fortuito. A partir de aquí empiezan las muertes. La forma en que mueren las víctimas, aparecen en el libro de Alicia.
Los Crímenes de Alicia tiene su antecesora titulada Los crímenes de Oxford, -a muchos os sonará debido a que en 2008, tuvo su adaptación cinematográfica de la mano de Álex de la Iglesia.- La acción trascurre un año antes del punto de partida de esta. Aunque comparten personajes, son novelas donde se desarrollan casos completamente independientes.
Tiene un planteamiento que me ha parecido muy original. Se trata de una novela negra en la que no sólo nos vamos a encontrar suspense e intriga si no también algunas referencias a las matemáticas y a la lógica. Quizás este último tema sea un poco arriesgado porque no a todo el mundo le puede gustar, interesar o entender. A mí en particular no me ha molestado, pero tampoco ha supuesto un aliciente en la lectura.
«Es muy difícil volver a la vida a los muertos, pero no tan difícil convertir los vivos en muertos: se llama asesinato.»
(Conversación entre Raymond Martin y G.)
Se trata de una novela muy entretenida y sorprendente, que además no tiene gran extensión, representa una buena lectura. No sólo por la trama que me ha parecido bien construida, a pesar de contar con elementos tan dispares como el cuento de Alicia, la relación de Carroll con la niña para quien fue escrito y su familia. Una historia repleta de interrogantes, ciertos acertijos matemáticos y por supuesto la investigación criminal.
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| Alicia en el país de las Maravillas. Disney. (Imagen de Google.) |
Además de todo esto plantea un dilema moral. Carroll era aficionado a la fotografía, en ellas plasmaba niñas desnudas. ¿Desequilibrado o costumbres de una época en la que los roles se desempeñaban en diferentes edades? Estas dos posturas están muy presentes durante toda la novela.
Los personajes están muy bien desarrollados y construidos, sospechas de todos ellos. Añadir que contiene elementos de Agatha Christie, Dan Brown y Doyle.
Referente a la estructura narrativa, la historia está narrada en pasado por el ayudante del profesor Seldom, del que sólo se conoce su inicial, G. El libro se divide en treinta capítulos -de extensión media-corta- más el epilogo. El autor hace gala de una prosa muy cuidada y elaborada en un tono que me ha resultado muy formal. Incluso algo excesivo, si tenemos en cuenta que se desarrolla en mitad de los 90. Muchas expresiones me han llevado a una época más antigua. A pesar de este estilo que no pretende ligereza, se lee bien y no es difícil entrar en ella. Hacía el final me ha dado la sensación que hay párrafos que se alargan demasiado, es la única pega que le puedo poner.
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| 10/10. |
¡Nos leemos! 😉
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| Lecturas de invierno. |
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